11 de abril de 2014
Volvimos a visitar la mezquita pero a diferencia de otras veces ahora en el mes de abril el Patio de los Naranjos estaba bañado del aroma de azahar, olía, olía y olía a un aroma estupendo. Nos sentamos a respirar esa fragancia y a lo lejos entre naranjo y naranjo se veía una diminuta lluvia de pétalos que se desprendían y caían al suelo. Siempre es una satisfacción ir a la mezquita y más aún con cámara de fotos nueva.