Museo de las peregrinaciones

Seguimos paseando bajo la lluvia como si fuéramos impermeables, maravillas en piedra, maravillas en cerámica, en joyas... todas las tiendas de regalos, tan llamativas e iluminadas nos llamaban a atención. 
Aparecimos andando en el Museo de las Peregrinaciones. Situado en pleno casco histórico, es un edificio del s. XIV y conocido como Casa Gótica. La primera sala está dedicada a explicar el fenómeno de las peregrinaciones como fenómeno antropológico universal, común a los más heterogéneos pueblos y culturas.




Los peregrinos solían llevar una vestimenta especial, sobre todo en lo referido a complementos que llegaron a constituir símbolos: el zurrón (morral o anapola, bolsa grande de pellejo, que regularmente usan los pastores para guardar y llevar su comida u otras cosas), el bordón o bastón, un sombrero de ala ancha, una capa con esclavina y la calabaza para almacenar agua o vino. También solían llevar como distintivo la famosa concha de peregrino o venera.