5 de abril de 2014
Fuimos a la calle de la Calderería, antes de llegar y por esa zona hay muchas teterías, tiendas de dulces típicos árabes, y una tiendecita de perfumes encantadora. Es un barrio lleno de color y aroma una zona en la que llegas a confundirte con los zocos marroquíes, babuchas de todos los colores, lámparas morunas, ropa... quien va a ese barrio es difícil que salga sin alguna compra
Nos paramos en la tetería La Oriental para pedir un batido de dátiles pero no tenían, así que le dijimos que nos íbamos, y sin pensárselo dos veces la chica salió ha comprarlos y en menos de 2 minutos vino con ellos. El batido cuando lo puso en la mesa quitaba el sentido si por fuera estaba bonito, por dentro estaba el doble de bueno.