Comidas: Kebap

Una vez que salimos del Ágora nos fuimos a almorzar. Madre mía que bien cominos en el restaurante de la calle Adriano. Mientras esperábamos al camarero para que nos atendiera y veíamos el gran trozo de carne dando vueltas, a mi ya me giraba hasta la cabeza. 





Después de esta comida solo pudimos hacer una cosa, irnos al hotel a reposar los pinchos no fuera que se nos salieran las puntas por la barriga.